Un saludo, cálido y cercano para todos.

Asumí el liderazgo del Grupo EPM con total voluntad de recuperar el buen nombre de la Organización, su esencia de servicio y su rigor técnico para construir infraestructura, desarrollar proyectos y habilitar soluciones con confiabilidad, continuidad, seguridad y calidad.   Firme en mis principios y valores, decidí que mi rol sería garante de una evolución del grupo empresarial, que fuera acorde con las señales del entorno social, económico y político y con las nuevas demandas de una población cada vez más exigente en políticas y acciones que den cuenta de la responsabilidad social empresarial de las instituciones.

Hace cerca de 15 meses, quienes tenemos la responsabilidad inmensa de orientar estratégicamente al Grupo, decidimos que era el momento de configurar nuevas rutas para la Organización, que nos permitan seguir siendo jugadores relevantes en el sector de los servicios públicos.  Las metas que nos trazamos son ambiciosas y retadoras, no lo niego, pero nos lanzamos sin temor porque estamos seguros de que tenemos las capacidades, el talento y la disposición para alcanzarlas. 

La historia nos ha demostrado que cuando construimos un proyecto común, que nos conecta con un mejor vivir de la gente y propio, nos fortalecemos como equipo, somos más colaborativos, creativos y recursivos, porque lo que nos es afín nos inspira y nos da motivos para movernos, adaptarnos y abrirnos a nuevas posibilidades que nos faciliten aprender y crecer.

El mundo avanza de manera vertiginosa, vivimos tiempos en los que la inteligencia artificial nos confronta y genera algo de incertidumbre, pero a su vez, suscita curiosidad y ganas de dominarla para generar nuevas capacidades en nosotros como humanos.   Con las organizaciones pasa algo similar, no podemos quedarnos quietos, debemos estar siempre curiosos, en la búsqueda de buenas prácticas, alternativas y soluciones que nos planteen nuevas maneras de hacer y permanecer.   Por eso, la flexibilidad y la apertura son elementos indispensables si queremos sumar nuevos capítulos a la historia empresarial.   

Nos disponemos, desde hoy, a escribir entre todos un nuevo capítulo en la historia del Grupo.  La evolución organizacional nos ha permitido revisar y reformular las maneras de actuar, pero la esencia que le da sentido a esta Organización está intacta y vigente: servir, con calidez, responsabilidad y transparencia, porque esa sigue siendo la brújula que nos impulsa a avanzar, innovar, optimizar y mejorar permanentemente.

Esta nueva estructura organizacional, que apalanca el direccionamiento estratégico, nos da la oportunidad de refrendar las características del nuevo liderazgo: visionario, valiente, empático y servicial, que debe orientarnos tanto en el núcleo corporativo como en el ejecutor.   Cualidades que, desde el ejemplo, se deben contagiar a los equipos y materializarse en las ideas, propuestas y acciones que sumemos a la gestión empresarial. 

Iniciamos esta etapa con equipos robustecidos de capacidades, conocimientos y talentos.  De aquí en adelante, esa sinergia, trabajo colaborativo y camaradería serán vitales para facilitar la asimilación y adaptación a nuevas formas de trabajar.  Este proceso evolutivo del grupo empresarial es también una gran oportunidad para fortalecernos, cada uno, en lo personal y profesional.  

El camino es largo, las transformaciones ameritan tiempo, análisis, disposición y paciencia.  Organizarnos distinto, diferenciar roles y entendernos como un Grupo multicultural, son los primeros pasos en firme para consolidar la evolución organizacional. Reitero la invitación a poner la mejor actitud para hacer realidad lo que nos hemos soñado: un grupo empresarial articulado, con un sistema de gobernanza fuerte y la convicción profunda de ser y estar presentes para servir al bienestar de la gente y al desarrollo humano sostenible de todos los territorios donde prestamos nuestros servicios.  

Sigamos adelante, con toda la voluntad y el interés en evolucionar, siempre inspirados en nuestros clientes y usuarios.