Colombia cuenta con una gran diversidad de ecosistemas acuáticos y terrestres, en diferentes altitudes sobre lo largo y ancho de aproximadamente 2.070.408 km² que ocupa el país en el planeta tierra, de los cuáles 1.141.748 km² corresponden a la superficie terrestre y los restantes 928.660 km² a su extensión marítima. Dado lo anterior, y sumando su ubicación privilegiada cerca de la Línea del Ecuador, se ha dado a conocer en las últimas investigaciones un número aproximado de 56.343 especies de fauna y flora, sin contar el gran número de microorganismos y sin ser exactos en el número de invertebrados, lo cual evidencia la mega diversidad colombiana.
Esta gran riqueza natural está en un alto riesgo debido a la introducción de especies exóticas por parte de los seres humanos, lo que causa una amenaza latente para la diversidad nativa. Hay dos factores predominantes que se han encontrado para explicar este fenómeno:
- Desconocimiento del gran potencial que tiene el uso responsable y sostenible de nuestras especies nativas y endémicas.
- Múltiples motivaciones e intereses particulares que giran en torno a quienes introducen las especies invasoras.
Estos dos aspectos han definido una tendencia a la importación de cantidades relevantes de organismos, cuyos efectos y consecuencias, que devienen de su interacción con el suelo, el aire, el agua y los seres vivos que habitan el país; afectan e impactan negativamente no solo la biodiversidad en su funcionalidad y estructura, sino que también tienen efectos en el ámbito económico, en la salud pública, y en la cultura; aunque todavía se desconocen muchos impactos que requieren un estudio a profundidad más allá de la identificación de las especies.
Según el ABC de la Biodiversidad -publicación de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional y el Jardín Botánico José Celestino Mutis- Colombia tiene más de 500 especies reportadas con potencial de invasión, las cuales actúan como depredadores o competidores de especies nativas. Su fácil adaptación a nuevos entornos y su rápida expansión son causa importante de la pérdida de biodiversidad colombiana.
Entre los organismos que han sido introducidos al país y que se han convertido en una gran amenaza para la diversidad nativa al mismo tiempo que para la salud humana, están: el retamo espinoso, el caracol gigante africano, la rana toro y el pez león, entre otros que cuentan con características como alta fecundidad, gran tolerancia ecológica, amplia dieta y supervivencia de largos periodos sin alimento.
Diversas investigaciones llevadas a cabo por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible a través de proyectos como el SINAP (Sistema Nacional de Áreas Protegidas), han demostrado que fenómenos como el de la globalización no solo han beneficiado y facilitado el movimiento de especies trayendo bienestar a las personas, sino que también han movilizado múltiples organismos que tienen muchos impactos negativos sobre otros seres vivos y sobre los ecosistemas donde son introducidos, tal como lo como lo menciona MADS ‘’rompen barreras geográficas y reproductivas ocasionando homogenización de la biodiversidad’’.
Se ha declarado que las especies invasoras son la segunda causa -después de la destrucción del hábitat- de pérdida de la biodiversidad en Colombia
En la búsqueda por implementar medidas de acción contra la problemática, Parques Nacionales Naturales está trabajando en la identificación de las especies invasoras (exóticas) que se encuentran al interior de las Áreas Protegidas a través de jornadas que permitan obtener información comparable entre períodos definidos de tiempo y que lleven a enfocar las acciones hacia la protección y recuperación de especies y ecosistemas afectados, tanto acuáticos como terrestres. Entre los avances importantes se encuentran la identificación, estudio y divulgación de información sobre las especies exóticas en diversas Áreas Protegidas como PNN Old Providence, PNN Tayrona y PNN Corales del Rosario y San Bernardo. Estas áreas tienen en común la presencia del Pez León (traído desde Florida, EE. UU), el cual se identifica como de alto riesgo para las especies nativas y para los arrecifes.
Otro de los aportes de estos estudios es la identificación, estudio y difusión de la amenaza encontrada con el Caracol Africano (traído desde Kenia, Mozambique y Tanzania), el cual, aparte de ser una especie invasora y ser una amenaza latente para los ecosistemas que habita, también se encuentra entre las 100 especies más peligrosas del mundo por ser portador de parásitos que causan enfermedades mortales.
Hacemos un llamado a la comunidad para apoyar la búsqueda y divulgación del conocimiento acerca de las especies invasoras (exóticas), pues esto aporta a la protección de los ecosistemas y las especies nativas de nuestro país, además de la conservación, promoción de la vida y la libertad de los animales silvestres para así evitar la importación de especies.