Los manglares son un bioma que se encuentra principalmente en los litorales. En Colombia los hallamos tanto en el Litoral Pacífico como en el Caribe. Recordemos que un bioma es una unidad ecológica en la que el tipo de fauna y flora es determinada por las características climáticas y geológicas del entorno.
Estos biomas se caracterizan por la presencia de mangles, es decir árboles con un crecimiento desordenado e intrincado que crecen principalmente en estuarios (lugar donde se encuentra un río con el mar), aunque también se pueden encontrar en zonas de baja marisma (terreno pantanoso situado por debajo del nivel del mar, que ha sido invadido por las aguas del mar o de un río). Esta especie es capaz de soportar diferentes concentraciones de salinidad, lo que permite su adaptación a estos espacios de transición entre el río y el mar, tomando los nutrientes que necesita para sobrevivir de los sustratos que son arrastrados por los ríos.
Estas plantas se han “acomodado” de una manera algo extraña para poder vivir en estas condiciones, entre lo dulce y lo salado. Una de esas adaptaciones que genera curiosidad son sus neumatóforos, que son unas prolongaciones que se extienden desde las raíces del árbol hacia arriba y son las encargadas de realizar los intercambios gaseosos en la planta; es decir, estas plantas tienen mecanismos similares al esnórquel que utilizan los buzos para hacer inmersiones en el mar y poder respirar.